Pocas Pulgas

Pocas Pulgas es un pueblo perdido en el interior (quizás porque todos estamos un poco perdidos en el interior) que, con aspiraciones de ser el fantástico Macondo de García Márquez, por momentos se parece más bien al Springfield de Matt Groening. El pueblo ficticio oficia de escenario para una serie de historias inconexas (y no tanto) donde se cruzan religiosos inusuales, policías de extrema torpeza, funcionarios con mala suerte, prostitutas nostálgicas, científicos que buscan desentramar el universo, extraterrestres con cierta avidez por los embutidos locales y toda clase de personajes de la fauna local. En una era en la que el realismo mágico ha muerto y el género fantástico se desangra, Pocas Pulgas parodia los estilos literarios favoritos del autor para lograr lo que, en el fondo, es casi un retrato –o quizás una caricatura– de toda una sociedad y una cultura.